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Mitos y verdades sobre el cepillado dental

Sobre el cepillado de los dientes se han dicho y escrito muchas cosas. Muchas verdad. Otras tantas, mentira. Y entre tanta paja por quitar y observar lo que realmente importa, vamos a tratar de dejar claros ciertos puntos que arrojen un poco de luz a estas cuestiones.

1. El cepìllado dental debe realizarse con cuidado y mimo al menos dos veces al día y por dos minutos cada vez. Asegúrate de cepillar todos los lados de los dientes (sí, los dientes tienen lados, por si no te habías dado cuenta) y la lengua. Lo recomendable es que una de esas veces sea ANTES de dormir por una razón muy sencilla: tu boca no tiene la misma protección salival cuando duermes que cuando estás despierto.

2. Si puedes, cepíllate después de comer sin pasta dental. Usar mucha pasta dental también puede decolorar tus dientes debido al contenido de flúor. Cepillarte durante el día reducirá el daño causado por la placa a través de productos y de toxinas. No aprietes, no es necesario, así como tampoco lo es aplicar mucha presión sobre ellos ya que pueden dañar el esmalte y las encías.

3. Usa un cepillo con las cerdas secas los primeros dos minutos de limpieza. Al contrario de lo que se cree, no es la pasta dental la que «limpia» tus dientes, si no que es el movimiento ejercido por ti con el cepillo y sus cerdas en el contacto físico con la superficie del diente la que elimina la placa. Puedes hacer un gran trabajo cepillando tus dientes con un cepillo seco y enjuagándote con agua (aunque tu diente no tendrá el beneficio del flúor). Es recomendable usar un cepillo de cerdas suaves o ultra suaves si tus encías son muy sensibles, para evitar en gran medida el sangrado de éstas.

4. Pasa tiempo cepillándote las encías y debajo de ellas, pues es el lugar más importante que debes dejar limpio. Puedes continuar con la pasta tras esos dos minutos y tendrás la ventaja del flúor, del blanqueador o de cualquier efecto que lleve tu gel dental habitual. Pasa de las encías a la superficie del diente mientras te cepilles.

 

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Fuente: es.wikihow.com

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